Para bien o para mal, parece un instinto incontrolable. Adornar el cuerpo a nuestro antojo. Es como practicar deportes de riesgo, jugar con fuego, entrar en una zona prohibida, hacer lo contrario para lo que te educaron, no hacer siempre lo correcto, a sentirse por una vez y sin que nadie te lo impida dueño verdadero de tu cuerpo.
Desgraciadamente España este país nuestro es hipócrita, lleno de prejuicios, de saludos falsos en el ascensor de tu finca. Me da mucha pena cuando alguien con 16 años no puede decidir por si mismo y sin una autorización paterna hacerse un tatuaje o colocarse un piercing, pero sin mayor problema, puede cambiarse de sexo, ponerse dos tetas como balones de playa e incluso abortar. Me parece demencial.
Quizá pensamos que nuestra generación ya no mira con malos ojos a una persona tatuada, pero, se sincero y contesta estas dos preguntas de manera sincera:
– ¿te dejarías operar por un cirujano con los dos brazos tatuados y tres pendientes en el labio?.
y si fueras el jefe de una empresa
– ¿A quien contratarías antes a una joven con las dos manos tatuadas o a otra con pechos operados y sin tatuajes, teniendo ambas la misma formación profesional?
Reflexionar sobre cuanto nos importa los dibujos en la piel de otras personas. “Talegueros, mangantes, desfaenados, ladrones” son solo algunos de los piropos que oigo.
Pues discúlpenme, me da mas miedo, quien va a misa a diario, quien no tiene problemas para señalar descaradamente para después despotricar sin conocer, o quien esta forrado y jamás a comprado un bocadillo a un mendigo.
Llevo tatuajes, pendientes, dilataciones, no pertenezco a ninguna tribu urbana y no tengo ninguna ideología política , no soy ni mejor ni peor persona por ello, cuando la gente me señala, cuchichea, chismorrotea, o se ruboriza por la calle me siento orgulloso de mi porque llevo arte en mi cuerpo y esta tinta en la piel me distingue de todos los intrasigentes. Recordarlo nuestros dibujos en la piel son nuestros pensamientos, nuestras vivencias, nuestros sueños, nuestros sentimientos estan a flor de piel, nunca mejor dicho, nuestros dibujos en la piel nos convierten en piezas únicas.